sábado, 24 de julio de 2010

Buscando Historias - Avion de los Caballos - "3ra Parte"


A casi 45 años de que un avión de la aerolínea Transamerican se estrellara en el cerro el Sosneado con su misteriosa carga, fuimos en busca de sus restos. Lo que se halló es parte de esta historia.

Expedición realizada Por:
Mauricio Guerra J.
Ramón Ramirez


INFORMACION SOBRE EL ACCIDENTE


LOS ACCIDENTES AÉREOS y EL TRIÁNGULO DEL SOSNEADO


Dos accidentes aéreos que ocurrieron en la zona montañosa de la cuenca del Atuel, que en su momento tuvieron una gran resonancia, reafirmaron el mito popular de un supuesto triángulo trágico- misterioso en la región, a similitud del Triángulo de las Bermudas. Los vértices de la supuesta figura comprendería el casco de la Estancia el Sosneado, la Laguna del Diamante y un punto en el límite chileno entre el Paso de las Damas y el Portezuelo de las Lágrimas.

Una serie de acontecimientos más o menos confusos, que se desarrollaron a lo largo del siglo, crearon el clima inicial de la creencia popular, con el paso del tiempo y el condimento que adicionó los accidentes aéreos mencionados, ha hecho que el sentimiento se consolide con firmeza.
La cronología de algunos de los hechos, (sólo se han tomado los que causaron trascendencia fuera del ámbito local) en su mayoría ocurridos dentro de los límites de la propiedad de estancias El Sosneado, son de lo más variados y llamativos:
Los contrabandistas congelados
En una de las recorridas por los campos de veranada pertenecientes a Sominar, alrededor del año 1.959, realizó un hallazgo se internó por los altos valles de la cuenca del Atuel y se dirigió hacia la vertiente del Río Diamante, por las nacientes del Río Negro. En su trayecto, pasó por un lugar donde yacían los cuerpos congelados de 5 contrabandistas y 14 caballos. De acuerdo a los comentarios de crianceros de la zona, se encontraban en ese lugar, entre hielos milenarios, sin que nadie supiera acertar las causas de las extrañas muertes, ni la identidad de aquellas personas. Esos cuerpos, humanos y animales, que permanecían allí, desde lejanas épocas, en un estado de momificación natural, habían generado una diversidad de conjeturas, pero nunca nadie supo quienes eran. Aún hoy, en esos gélidos parajes se reconocen los restos de aquellos infortunados y misteriosos hombres de montaña.

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